COLECCIÓN PERMANENTE
La colección permanente del Museo Bíblico se desarrolla a través de distintas salas. Estas son:
1) Sala de formación y transmisión de las Sagradas Escrituras: a través de un audiovisual, imágenes, ejemplares bíblicos y una perspectiva cronológica de gran formato donde se ofrece una visión panorámica y diacrónica del proceso histórico y literario de la Biblia.
2) Sala de geografía de Tierra Santa: en esta sala se puede contemplar una maqueta en relieve de Tierra Santa (finales del siglo XIX) acompañada por una gran fotografía satélite del país, una colección de imágenes aéreas de todas sus regiones y ciudades más importantes y un video con imágenes aéreas de Tierra Santa. Los plafones explicativos abordan los aspectos referentes a la geografía física y humana con ilustraciones y esquemas. Un pequeño jardín evoca las fuentes del río Jordán con una muestra de flora autóctona.
3) Sala de “La creación”: a través de diferentes plafones luminosos y una colección de fósiles, entre los que destaca una amonita gigante del Jurásico Superior, se explica el sentido último de la creación de la realidad a través del Libro del Génesis.
4) Sala de la Prehistoria al Éxodo: a través de materiales arqueológicos, literarios y un diorama se muestra los inicios de la ocupación humana de Tierra Santa, el inicio de la historia bíblica en Mesopotamia y la presencia hebrea en la tierra de Egipto. Entre otros materiales podemos contemplar de época prehistórica hachas bifaciales, rascadores, puntas de flecha y colgantes de hueso procedentes de diferentes yacimientos de Tierra Santa. De época mesopotámica se exponen materiales cerámicos y algunos ejemplares de escritura cuneiforme como un cono de Gudea, gobernador de Lagash (2141 a.C.- 2122 a.C.). De época egipcia destaca un cocodrilo disecado procedente de Tebas, una momia de halcón, amuletos, escarabeos, ushebtis, dos fragmentos de ataúd en cedro del Líbano, fechados en torno al 500 a.C. y 600 a.C., y una réplica a escala natural de la Piedra Rosetta. En la sala también se expone un ejemplar completo del Séfer Torá del siglo XVII d.C., procedente de Jerusalén y a la vez de una sinagoga alemana.
5) Sala de la “conquista de Canaán” en la época de los Macabeos: esta sala expone la historia desde el Éxodo hasta la época de los Macabeos. En el centro de la sala se muestra una maqueta a escala del Tabernáculo de los israelitas animada por figuras de barro policromadas, en el momento de un sacrificio en el altar de los holocaustos. Se exponen también diferentes elementos arqueológicos de los diversos periodos históricos como una divinidad sirio-hitita (2000 a.C.- 1200 a.C.), lucernas cananeas, jarras de cerámica chipriota del primer milenio antes de Cristo, procedentes de Jerusalén, puntas de flecha del asedio helenístico de Tiro (s. IV a.C.), dos estatuillas de la diosa Tanit y distintas piezas de cerámica griega. En la sala se pueden admirar diferentes ejemplares bíblicos abiertos por pasajes que ilustran este periodo histórico. Así destaca un rollo del Libro de Ester datado entre los siglos XVII y XVIII.
6) Sala de la dominación romana: esta sala nos aproxima a la figura histórica de Jesús y su contexto histórico. Una parte de la sala está dedicada al urbanismo de la Jerusalén herodiana y la importancia y sentido del Templo. Se expone una espectacular maqueta en alabastro del Templo de Jerusalén (307 cm x 200 cm), realizada entre 1929 y 1930. Esta complementada por plafones didácticos que explican su evolución histórica y la importancia de su emplazamiento. Fotografías y planos reconstructivos ayudan a entender este conjunto dentro de la topografía antigua de la ciudad de Jerusalén y a relacionarlo con su precedente, el Tabernáculo de los israelitas. En la misma sala también se exponen materiales arqueológicos de época romana como ejemplares de lucernas herodianas, ánforas y otros objetos de la vida cotidiana. Relacionado con la figura de Jesús se exhibe una reproducción a escala natural sobre tela plastificada de la Sábana Santa de Turín y el Sudario de Oviedo, un diorama con el Santo Sepulcro, un diorama con el modelo de casa donde se fija el nacimiento de Jesús de acuerdo con las evidencias de la basílica de la Natividad en Belén. También se custodian algunas reliquias relacionadas con la Vera Cruz. Una de las paredes maestras de esta sala corresponde a un gran muro romano conservado in situ, y que forma parte de los porticados del área sacra del Concilum Provinciae de la Hispania Citerior que rodeaba el templo de culto imperial de Tarraco, ubicado en el espacio que actualmente ocupa la Catedral. En la misma sala el visitante puede ver una gran cisterna subterránea de época medieval musealizada que recrea un ambiente de un escritorio esenio del siglo II a.C.
7) Sala de expansión del cristianismo: en esta sala se expone material desde la época de las primeras persecuciones cristianas a la época medieval. En un ambiente que evoca una basílica paleocristiana, se ha recreado un mausoleo funerario paleocristiano y un baptisterio octogonal con reproducción de pinturas del siglo IV con temas del Antiguo y Nuevo Testamento. Un conjunto de materiales arqueológicos de época paleocristiana, copta, bizantina y medieval, permiten al visitante hacer un recorrido por la cultura material de Tierra Santa desde finales del siglo I hasta la época de las Cruzadas. Destacan objetos como lucernas paleocristianas, cerámicas norteafricanas con iconografía bíblica, ampullae de san Menas o un tejido etiópico. También en la misma sala se expone una sección dedicada a la numismática de Tierra Santa y el Mediterráneo paleocristiano, desde el siglo IV a.C. hasta la época de las Cruzadas.
El Museo también dispone de una biblioteca, de una sala de actos y una sala de exposiciones temporales para complementar actividades formativas y de divulgación bíblica.
Para más información descargar el catálogo del Museo Bíblico: Catálogo MBT